Sociedad

La frase del día es “Uno de los problemas más graves de esta sociedad es que esperamos que  las madres trabajen como si no tuvieran familia y se dediquen a la familia como si no tuviesen trabajo”.

Es la cuestión de cada día. Te levantas temprano, con prisas y gestionas todo para salir de casa con todo a punto. Ya en el camino estás repasando la agenda personal y la laboral. Un horario laboral que difícilmente cuadra con el horario escolar. Con exigencias de reuniones que alargan el tiempo reglamentario. Unas extraescolares que acaban tardísimo, que cuestan un dineral y con tareas que hacen que acabes el día agotada. Por la noche el descanso debería  ser reparador para poder afrontar una nueva jornada de maratón. Pero es difícil cuando la mente está continuamente repasando todo.  Hay que encontrar el momento para dejar que se calme y sólo escuchar la respiración. Ni conciliación, ni equilibrio. Es increíble ver hacia dónde se ha enfocado esta sociedad. La calidad de vida es muy dudosa. Sin tiempo para poder disfrutar en familia, ni jugar, ni poder explicar cómo ha ido el día con tranquilidad.  

Al final toda esta vorágine lleva al estrés, ansiedad, malestar por falta de encontrar el equilibrio. Observas que todas las facetas de tu vida deberían mejorar para poder disfrutarlas.

Estos párrafos anteriores que he escrito esta mañana se han visto claramente reflejados esta tarde. Recoges tus cosas para irte y al despedirte del jefe decide que hay comentar la situación de un cliente. Acabas saliendo 25 minutos más tarde del trabajo. Dándole vueltas a la situación y queriendo enviar todo al carajo. Siendo consciente que tendrás que mentir a la escuela por recoger tarde al niño, la ley de Murphy te recuerda que pueda ir a peor. Accidente en la carretera, retención en diversas vías… consecuencia, llegas a la escuela a las 18:05 y el niño a la extraescolar 15 minutos tarde. Una auténtica locura que nadie te reconocerá y que hace que estés de los nervios. Respiras, te sientas y cruzas los dedos para ver si tenemos un poco de suerte y acabas hoy en clase de yoga logrando un poco de relajación. En definitiva, una jornada para olvidar. Y así hay unas cuantas. De verdad este es un buen trabajo?

A reflexionar y esperar qué nos deparan los próximos días. Fuerza y ánimo

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