Tras una semana de paro forzado vuelvo a retomar estas líneas para continuar en el proceso de depuración y avance. Nada es fácil en esta vida y todo resulta pesado cuando ves que tus pilares son débiles y cuesta mantenerse en pie. En esta continúa lucha por avanzar, mejorar y tener felicidad hay que seguir reflexionando para encontrar el bienestar. Estos días han sido de locura, desconcierto y vuelta a lograr encontrar el equilibrio. Resulta complicado, agotador, pero es el único camino que tenemos y que hay que recorrer para seguir viviendo. Sobrevivir ha de ser desterrado y lograr que sólo quede lo bueno, vivir. Cambios, decisiones, nuevas situaciones en todos los ámbitos que hay que asumir para ser integrados lo antes posible.
Los dolores físicos son consecuencia de las carencias emocionales. Trabajar para eludirlos es lograr encontrar las soluciones más adecuadas.
El trabajo, aunque escasas, da de tanto en tanto, pequeñas alegrías. Volver a reencontrarte con antiguos compañeros, te da fuerzas para seguir adelante. Ver cómo hemos cambiado pero la esencia sigue allí. Todos tenemos nuestras indecisiones, dudas pero logramos encontrar la luz que nos guía. Ese es el quid, adaptarse y seguir. Nada ni nadie te ha de hacer desfallecer y aunque los malos momentos aparecen, hay que continuar con la esperanza que son pasajeros y llegaran mejores momentos. Las pequeñas alegrías llegan y hay que saborearlas.
Hay una cosa clara, las indecisiones, lo negativo sirven de muy poco. Si los astros se confabulan para que se vea todo negativo nuestra fuerza ha de hacer que podamos revertir estas sensaciones.
En este mundo caótico que últimamente vivimos sólo nos queda buscar momentos felices que los tristes vienen solos.
A reflexionar y esperar qué nos deparan los próximos días. Fuerza y ánimo
